Molinos finalizó el primer trimestre reportando una ganancia neta de $ 657 millones, favorecido por dos factores extraordinarios que aportaron $ 973 millones. El más relevante está relacionado con el impacto contable no recurrente en el cargo por impuesto diferido producto de la revaluación fiscal de los activos fijos, por $692 millones; y el segundo, con las operaciones de venta de la empresa italiana Delverde y adquisición de La Salteña, consistentes con la estrategia fijada por la sociedad de focalizar su negocio en Argentina.

En un período donde la canasta de consumo masivo continuó profundizando datos negativos y se acentuó la devaluación de la moneda local, Molinos alcanzó ingresos operativos por $ 6.042 millones y sostuvo un estricto control de costos y gastos. Amplió la cartera de productos y marcas protegiendo la accesibilidad, lo cual le permitió un crecimiento de volumen respecto del año anterior.

Frente al contexto desfavorable, Molinos finaliza el primer trimestre focalizada en el consumidor argentino ampliando la escala de negocios, la eficiencia y la productividad.