Al igual que lo que sucede en otras industrias, la minería ha debido evolucionar para adaptarse a los tiempos que corren. Esto derivó en un cambio de paradigma tanto en la forma de producir como en la de comunicar.
A nivel productivo, la sustentabilidad ha ido ganando un lugar cada vez mayor en los procesos. Y en lo comunicacional, con el advenimiento de las nuevas tecnologías se han incrementado los canales de información, mostrando sucesos en tiempo real y permitiendo compartir datos en forma sencilla. Esto ha colaborado con el incremento de la participación ciudadana en ámbitos que solían ser ajenos al público general.
Esta tendencia ha impulsado cambios también en la relación del sector productivo con las comunidades donde desarrolla sus actividades. En el caso de industrias como la minera, donde el consenso social es fundamental, ha llevado a un replanteo profundo de los canales de información y comunicación.
Información pública
De la mano de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) llegó al país el programa “Hacia una Minería Sustentable (HMS)” que fija estándares internacionales de calidad y control para garantizar una actividad minera responsable, transparente y confiable. Argentina es el primer país en América Latina en sumarse a esta iniciativa, hace ya dos años.
El HMS consta de un conjunto de herramientas e indicadores que buscan transparentar las buenas prácticas mineras planteando parámetros e instancias de control externo para las compañías mineras. Es el único en el mundo que realiza un seguimiento de comunicación, información y control a nivel de cada proyecto.
El HMS representa los principios de la industria a nivel global, expresados en las forma de ocho protocolos. Las empresas mineras evaluarán su situación en relación a los indicadores concretos estipulados en cada protocolo. El programa exige que los resultados de dichas mediciones sean públicos y queden a disposición de la sociedad en forma online.
Otro de los aspectos distintivos de este programa es que es supervisado por un panel consultivo interdisciplinario, independiente y voluntario, compuesto por miembros de distintos sectores de la sociedad civil, incluyendo organizaciones académicas, ambientales, ONGs y representantes de las comunidades, entre otros.
En Argentina, la mayoría de los grandes proyectos ha comenzado a aplicar los protocolos y presentarán las evaluaciones. Entre quienes se han sumado pueden mencionarse los emprendimientos Manantial Espejo, Josemaría, Agua Rica, Veladero y San José. Desde CAEM anuncian que los resultados de las primeras mediciones sectoriales estarán disponibles en diciembre de este año.
Otro paso dado en nuestro país hacia un crecimiento del control ciudadano es la incorporación de la Argentina como miembro de EITI. Se trata de un estándar global que proporciona una metodología y herramientas para la apertura de información, la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas en las industrias extractivas.
El EITI permite demostrar cuáles son los aportes de la minería y cuál ha sido su destino, ya que exige a países y empresas la divulgación de información sobre el manejo de los ingresos procedentes de las industrias extractivas.
Tanto a nivel global como en cada país, EITI está gobernado por un grupo multipartícipe conformado por representantes del gobierno, de instituciones de la sociedad civil –entre las que se encuentran universidades y ONG–, y de las empresas del sector. Dicho grupo será el responsable de diseñar y ejecutar el Plan de Acción Nacional para la implementación de la iniciativa.
Información online
Desde el Estado también se ha trabajado en políticas que promuevan la transparencia en el sector. En particular, la secretaría de Política Minera presentó el Catastro Minero Unificado online y el Centro de Información Minera de Argentina (CIMA). De esta forma, a través del sitio cima.minem.gob.ar se pueden consultar datos del sector minero argentino en forma directa: información sobre las propiedades mineras, permisos de exploración, expedientes y hasta el estado legal de los trámites, entre otras. Esto agiliza el acceso a la información y fortalece la transparencia del Estado.
Según explica Marcelo Álvarez, presidente de CAEM, “es esencial propulsar un involucramiento de todos los actores (sector privado, Estado y comunidad) para que la minería trabaje como fuente de transformación de la matriz económica -especialmente de los municipios mineros- y sea capaz de garantizar un porvenir. Para asegurar una conversación fructífera, es clave el acceso a información fidedigna, científica y fundamentada. Y cumplir con las demanda de transparencia que nos efectúa la sociedad. De esta forma, juntos, podremos construir programas comunitarios inclusivos, transformacionales e intergeneracionales”.