El constructor estadounidense de aviones Boeing suspendió las pruebas de su nuevo modelo de larga distancia 777X, según un comunicado de la compañía. El nuevo contratiempo surge en medio de su batalla por recuperarse de la crisis derivada de los accidentes de su avión 737 MAX.

«Durante las pruebas finales de carga en un avión estático 777X para pruebas, el equipo encontró un problema que requirió la suspensión de la prueba», dijo un portavoz de Boeing a la AFP en un correo electrónico.

Las pruebas de carga forman parte del proceso de certificación de una aeronave, supervisadas por inspectores de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), y someten al avión a «cargas y estrés mucho más allá de la carga operativa normal», dijo el portavoz.

«Las condiciones de la prueba están muy por encima de cualquier carga esperada en un servicio comercial. El evento está en revisión y el equipo está trabajando para entender la raíz de su causa».

Una fuente cercana a las pruebas que habló bajo condición de anonimato dijo que durante la prueba una puerta del avión salió disparada. Fallas de ese tipo son infrecuentes en una prueba de carga final, dijo una fuente de la industria aeronáutica.

La suspensión de las pruebas del 777X ocurre en un momento en que Boeing atraviesa un proceso de cambios exigidos por los reguladores aeronáuticos para levantar la prohibición de vuelo que pesa sobre su modelo 737 MAX, luego de dos accidentes que provocaron 346 muertes.

El 777X, que puede transportar entre 400 y 425 pasajeros, ya ha sido encargado por ocho aerolíneas. La intención de Boeing es que este nuevo modelo compita con el A350 del fabricante europeo Airbus.