La Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) reclamó por nota al Presidente de la Nación, Mauricio Macri, que continúe «sin cambios el sistema de control de semillas acordado hace cuatro años que ha sido muy exitoso en soja y tiene participación activa público-privada, evitando cambios como los que se están impulsando desde el INASE”.

El texto, despachado el viernes pasado, recuerda los dichos del presidente referido a que “si funciona no lo desarmen”, y en tal sentido indica que «adherimos a esta idea y es por eso que le solicitamos que el Ministerio de Agricultura no introduzca cambios a los sistemas de control vigentes en semillas”.

En tal sentido, fuentes del sector señalaron su sorpresa por la iniciativa unilateral, sin base jurídica, del ministro del área saliente, Luis Etchevehere, quien para quedar bien con algunos pocos amigos cercanos a sus intereses estaría dispuesto a impulsar una resolución – contraria al criterio legislativo ya consensuado, que terminaría con los actuales controles a la venta de grano, provocando una alteración que afectaría al negocio de los semilleros.

En la carta enviada a Macri, la entidad resalta que “aún resta mucho por hacer para lograr reducir la informalidad en el comercio de semillas, mejorar la calidad y garantizar la trazabilidad de todas las producciones que permita promover nuevas tecnologías en el principal cultivo del país».

ASA es una institución, sin fines de lucro integrada por unas 80 empresas nacionales e internacionales que proveen el 90 % de la semilla sembrada de maíz, soja, girasol y trigo, además de instituciones oficiales con representatividad local e internacional.

La nota fue girada en copia a Luis  Etchevehere señala que en estos 4 años «uno de los temas prioritarios ha sido la modificación de la Ley de Semillas 20.247/73, que ha involucrado tanto el sector privado como las autoridades en muchas de las mesas de competitividad, aunque el año legislativo esté finalizando y la reforma haya quedado pendiente».

El documento de la entidad remarca que esta ley  «debe contar con un sistema de control que permita su adecuada implementación que en estos cuatro años garantizó contar con un comercio fluido pero con nuevos sistemas de base tecnológica que han permitido detectar la presencia de tecnologías en los diferentes cultivos como la soja y recientemente el algodón. Este sistema – agrega- es otro ejemplo similar a los que se han implementado en la industria de la carne con la instalación de cajas negras o en los molinos harineros con los caudalímetros».