Molinos finaliza el ejercicio económico de 2019 reportando una pérdida neta de $1.006 millones asociada, principalmente, a la imposibilidad de trasladar a los precios de sus productos los aumentos de costos en un contexto de persistente caída de consumo. Esta pérdida sigue la misma tendencia de los años 2017 y 2018, donde la Sociedad perdió, en moneda de 2019, $1.161 millones y $2.619 millones, respectivamente.
La Compañía ha mantenido los ingresos respecto al año anterior, alcanzando los $32.767 millones. En tanto, los costos de ventas se incrementaron 5,6% generando una caída de la ganancia bruta de $1.438 millones respecto al año anterior.
Dicho impacto negativo fue parcialmente compensado por los programas de eficiencia implementados para reducir los gastos de comercialización y administración y por los resultados no recurrentes de las operaciones de venta de la empresa italiana Delverde y adquisición de La Salteña, consistentes con la estrategia de la Compañía de focalizar su negocio en Argentina. El resultante fue una ganancia operativa de $53 millones, que representa una caída de $117 millones respecto al año anterior.
La exponencial suba de costos, asociada a la muy fuerte devaluación de la moneda y la inflación, que no se ha podido trasladar a los precios de la cartera de productos ha sido determinante en los resultados negativos. Sin embargo, y fiel a su visión de largo plazo, Molinos invirtió en los últimos 3 años $3.100 millones en nuevos negocios, modernas líneas de producción, almacenes inteligentes y digitalización de sus sistemas y procesos.