Molinos finalizó el primer trimestre reportando una pérdida neta de $114 millones asociada a la imposibilidad de trasladar los aumentos de costos a los precios de su cartera de productos. Esta pérdida trimestral, representa una caída de $1.089 millones en sus resultados respecto del primer trimestre del año anterior.

Las pérdidas en el resultado informado se dieron a pesar del crecimiento de volumen de casi 10%, impulsor del incremento en los ingresos operativos que alcanzaron en el período $9.224 millones; y de un 18.2% de baja de gastos centrales, producto de la continuidad de los programas de eficiencia y productividad. Sin embargo, los costos por ventas se incrementaron un 6.5%, el doble de los ingresos operativos, lo que resultó determinante para el resultado del trimestre. En síntesis, los incrementos de costos no trasladados en su totalidad a precios impactaron en un significativo deterioro de su margen bruto.

Molinos espera poder adecuar sus precios, al menos parcialmente, al incremento de costos que viene soportando; siendo esto crítico para equilibrar los resultados. Al mismo tiempo, la sociedad continuará enfocada en desplegar la fortaleza de sus marcas para potenciar el crecimiento, apoyados en los programas de productividad y modernización implementados en los últimos años.