Después de varios meses  que generaron muchísima incertidumbre, LATAM confirmó que dejará de volar en Argentina y pidió un proceso preventivo de crisis en el Ministerio de Trabajo de la Nación para discutir cómo procederá para desvincular a sus 1.715 empleados.

Hasta el momento, es la única filial regional de la firma chilena que tomó una decisión tan drástica, después de intentar sin éxito la reducción de salarios al 50%, sin dejar de lado otras medidas que no fueron autorizadas por los gremios ni por el Gobierno.

“En el complejo contexto de la pandemia y sus consecuencias a largo plazo no resulta posible visualizar alternativas de continuidad para las operaciones”, dijo la empresa en un comunicado. La desaparición de Latam en el país deja a la sociedad pública Aerolíneas Argentinas en una situación cercana al monopolio, con la única competencia de las low cost Flybondi y JetSmart.

Aunque la pandemia se encargó de darle el golpe final, la crisis que desembocó en la salida de Latam de Argentina comenzó bastante antes. Fue en el segundo semestre de 2018, cuando se empezó a sentir el impacto de la devaluación de abril que llevó el dólar a $40. Esto significó el quiebre de la llamada “Revolución de los aviones” que impulsó el entonces ministro de Transporte Guillermo Dietrich. Un modelo basado en la desregulación total del mercado, sin tarifas mínimas, que alentó el ingreso de nuevos jugadores al mercado aerocomercial argentino, como Flybondi, JetSmart y Norwegian (que ya abandonó el país)

Latam Argentina presentó ante el Ministerio de Trabajo un expediente de Proceso Preventivo de Crisis para desvincularse de sus 1.715 empleados. El proceso puede ser complejo, porque una ley prohíbe despidos mientras dure en el país la situación excepcional por confinamiento y cuarentena.

Roberto Alvo, máximo ejecutivo del holding Latam, afirmó que la decisión era “lamentable pero inevitable”. “Latam debe enfocarse hoy en la transformación del grupo para adaptarse a la aviación postpandemia”, explicó. En marzo, la consejera delegada de la filial argentina, Rosario Altgelt, ya definió la situación de la empresa como “dramática”. A pesar de los problemas, en estos meses de cierre de fronteras Latam Argentina realizó varios vuelos de repatriación, transportando a unas 16.000 personas.