Medicamentos biosimilares:  Su producción local le ahorró 65 millones de dólares al sistema de salud

Un reciente estudio confirmó que estos tratamientos permiten bajar los costos para el Estado y ampliar el acceso a medicamentos de última generación para más pacientes.

 

Buenos Aires- 15 de julio de 2020- Según un estudio realizado Centro de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (CETSA) de la Universidad ISALUD, desde la introducción del primer biosimilar en Argentina en el año 2014, el sistema de salud nacional tuvo un ahorro directo acumulado de 65,7 millones de dólares en costos de tratamientos. A través de la sustitución de los medicamentos biológicos de alto costo por productos de igual calidad y precios entre el 15 y el 25% menores, son más los pacientes que pueden acceder a terapias para enfermedades crónicas, como el cáncer o las enfermedades autoinmunes. En Argentina más de 35.000 pacientes recibieron este tipo de tratamientos y la cifra está en aumento.

Además del impacto en la reducción de los costos para el sistema de salud y el aumento de la accesibilidad, la producción local de medicamentos biosimilares tiene un valor estratégico muy alto para nuestro país. A través de la inversión y el desarrollo de la industria biotecnológica local, Argentina se posicionó como pionera en Latinoamérica en la investigación, desarrollo y producción de este tipo de tratamientos.

El país cuenta con tecnología de punta y plantas de última generación, como la recientemente inaugurada planta de Mabxience, parte de Grupo Insud, que le permiten proyectar el ingreso a nuevos mercados internacionales. La producción local de biosimilares permitió a Argentina exportar productos con alto valor agregado y de calidad internacional, ganando participación tanto en el mercado nacional como internacional. Con la puesta en funcionamiento de la nueva planta, mAbxience planea ingresar en más de 52 países, incluido Estados Unidos, países de la Unión Europea, Asia y África.

 

La capacidad local de manufactura de este tipo de productos tiene múltiples beneficios: la generación de una plataforma nacional de Investigación y Desarrollo de medicamentos Biológicos, el aumento de la accesibilidad a tratamientos, la reducción de las importaciones, el aumento de opciones terapéuticas para los pacientes, el aumento de la investigación clínica local y el aumento en las exportaciones de productos de alto valor agregado. Esta industria se ve apalancada por la disponibilidad de capital humano de alta especialización, así como también impulsa el movimiento de una cadena de proveedores de alto valor.

Actualmente se producen dos anticuerpos monoclonales biosimilares en el país Rituximab (Novex) y Bevacizumab (Bevax), disponibles desde 2014 y 2016 respectivamente. Estos anticuerpos son indicados para el tratamiento del linfoma no Hodgkin, leucemia linfática crónica, artritis reumatoidea, cáncer colo-rectal, cáncer de mama, cáncer de pulmón, cáncer de células renales avanzado, cáncer de ovario epitelial y cáncer de cuello uterino persistente. Existen varios programas en desarrollo a nivel mundial, con principal foco en áreas terapéuticas tales como hematología, oncología, osteoporosis y pediatría.