El Ferrari 250 GTO (Gran Turismo Omologato) es considerado la joya de la corona de la firma italiana. Construido entre 1962 y 1964. Fue el coche que, según sus diseñadores, mejor resumió la filosofía de Ferrari: los niveles más altos de prestaciones y estilo. Tal era la consideración de dicho modelo como el automóvil bandera de la escudería de Maranello, que sus compradores eran previamente validados por el propio Enzo Ferrari.
Y es que ,creado por un equipo que lideraba Giotto Bizzarrini, sus líneas son fruto de las investigaciones llevadas a cabo en el túnel de viento. Su fama no sólo procede de las innumerables victorias en competición, sino también de una suma de características únicas, como su impresionante aspecto, un chasis muy competitivo y el motor V12 de un auténtico purasangre.
En definitiva, se trataba, tal y como lo calificó un tribunal italiano, de una obra de arte. Sin embargo, este estatus se lo ha retirado la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, que ha provocado la pérdida de parte de sus derechos sobre la marca tridimensional consistente en la representación de un coche Ferrari 250 GTO.
«La cuestión objeto de litigio se remonta a 2018, cuando Ares Design entablara procedimientos ante la EUIPO para invalidar la marca consistente en el Ferrari 250 GTO», explica Lola Garayalde socia de propiedad intelectual de Baker McKenzie.
Ares Design, cuyo estudio de diseño, liderado por Dani Bahar, se sitúa en quería realizar una nueva interpretación del 250 GTO sobre la base de un Ferrari F12 o de un 812 Superfast, con la intención de fabricar 10 unidades de ese modelo.
Ante la EUIPO, la compañía esgrimió dos líneas argumentativas contra Ferrari. En primer lugar, que el registro de la marca se realizó de mala fe sin intención de ser usada (ya que la marca se registró más de 40 años después de la producción del modelo). En segundo lugar, que no se había producido por parte de Ferrari un uso efectivo de la marca objeto de controversia, requisito necesario para que los titulares de marca puedan gozar de los derechos que otorga la titularidad de la marca de la Unión Europea, es decir, que no las habían usado durante un periodo consecutivo de más de cinco años, perdiendo así la propiedad intelectual pues estos derechos habían así caducado
«Como resultado del procedimiento iniciado por Ares Design, se revocaron dos de las clases para las que la marca estaba registrada, es decir, vestimenta (clase 25) y vehículos (clase 12), conservando la protección para juegos y juguetería (clase 28)», asegura Garayalde.
Esto significa que Ferrari ha perdido los derechos sobre la forma de la carrocería del coche, pero no ha perdido los derechos en cuanto a miniaturas, maquetas, juguetes, videojuegos y toda clase de merchandising. A partir de ahora, por tanto, cualquiera puede hacer un 250 GTO.
Fuente: Expansión