La Fundación Vamos a Andar, junto a BAT Argentina -entre otras empresas del sector tabacalero-, desarrolla desde hace 10 años el programa Brazos Abiertos basado en diversos ejes educativos, de fortalecimiento y contención familiar, para alcanzar a 26 mil chicos y chicas de Salta, Jujuy, Tucumán y Misiones, con el objetivo de reforzar el compromiso estructural de lucha contra el trabajo infantil.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) declaró al 2021 como el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil con el objetivo de poner en foco esta problemática, hoy agudizada por la crisis sanitaria.

“Las acciones de los Gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil se vuelven urgentes y necesarias, no sólo con iniciativas puntuales que atiendan la emergencia, sino con políticas consistentes que generen verdaderos cambios estructurales en el tiempo”, explicó Adriana Saccheri, Presidenta de la Fundación Vamos a Andar.

El Gerente de Asuntos Corporativos de BAT Argentina, Gaspar Travaglini, también destacó la importancia del compromiso sostenido con este tipo de programas, ya que “los productores tabacaleros y sus familias integran el primer eslabón de nuestra cadena de valor, por eso creemos que todo lo que podamos hacer por ellos repercute en el resto de nuestro negocio. Hace muchos años que apoyamos a Brazos Abiertos y parte de su éxito es justamente su permanencia en el tiempo”.

Un estudio reciente de la OIT en Argentina, elaborado junto a UNICEF y el Ministerio de Trabajo de la Nación señaló que el 16 % de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) de entre 13 y 17 años realiza tareas orientadas al mercado. De ese total, la mitad comenzó a hacerlo durante la pandemia. Además, quienes ya trabajaban antes de la crisis hoy realizan las mismas tareas, pero con mayor intensidad.

Con el apoyo de BAT Argentina -entre otras empresas del rubro- la Fundación desarrolla desde hace más de diez años el programa Brazos Abiertos en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán y Misiones, que tiene por objetivo prevenir el trabajo infantil en el sector rural tabacalero y contribuir al desarrollo integral de los NNyA con derechos vulnerados.

Durante el periodo 2016-2021, la iniciativa alcanzó a más de 26.900 niños, niñas y adolescentes de estas localidades, logrando así transformarse en un compromiso estable y sostenido.

Brazos Abiertos se apoya sobre tres ejes específicos: fortalecimiento de la gestión educativa, a través de capacitaciones a docentes, familias y directivos de los establecimientos; fortalecimiento de las familias y la comunidad, mediante estrategias y redes de contención económica y social como capacitaciones en oficios y gestión de emprendimientos productivos; y espacios de recreación y aprendizaje.

Este último eje tiene lugar cada verano, momento que coincide con la época intensa de la cosecha de tabaco con el receso escolar. “En cada provincia se activan espacios para recibir niños, niñas y adolescentes de 4 a 18 años, hijos de peones rurales tabacaleros. De lunes a viernes de 8 a 17hs. participan de diversas actividades lúdicas, recreativas, artísticas y culturales, con el propósito de garantizar sus derechos y minimizar los riesgos del trabajo infantil”, explicó Saccheri.