Se inauguró la nueva terminal de partidas del Aeropuerto Internacional Ezeiza, que duplicará su capacidad operativa.
El nuevo complejo, de 50.000 metros cuadrados, demandó una inversión de u$s230 millones y en su construcción trabajaron más de 2500 personas.
La obra es una de las más importantes de la historia de la infraestructura argentina y un mojón para la industria aeroportuaria, ya que la terminal mejora la experiencia del pasajero haciéndola «más segura, ágil y cómoda, con procesos de embarque más veloces y eficientes», destacaron.
La nueva terminal de partidas de Ezeiza tiene 230 metros de longitud y 45 metros de altura, con capacidad para procesar 30 millones de pasajeros al año ya que los procesos de embarque se realizan en menor tiempo.
«El nuevo edificio tiene 50.000 metros cuadrados -más de diez canchas de fútbol- y presenta un área de check-in organizada en 5 islas independientes con 150 mostradores (entre 28 y 30 por isla), 72 puestos de self check-in, 24 puestos de despacho automático de equipaje, locales comerciales y grandes opciones de gastronomía reconocida por los usuarios», explicó a Télam el Gerente General de Aeropuertos Argentina 2000, Sebastián Villar Gaurino.
Detalló que «incluye conceptos de accesibilidad, mobiliario adaptado para personas con movilidad reducida (área de check- in) y el Centro de Información Accesible con percepción a través del tacto, lo que permite ofrecer funcionalidad y una experiencia fluida y accesible para todos los pasajeros».
«Está abastecida en un 100% con energías renovables, utiliza tecnología LED de iluminación y unidades enfriadoras de líquidos de última generación para el acondicionamiento de aire, lo que producen un ahorro de hasta un 60% del consumo de energía. También, se suman la eficiencia en la separación de residuos y los detectores de presencia que optimizan el consumo de agua y de electricidad. Estas acciones se enmarcan en la política de Sustentabilidad de la Compañía orientada a reducir las emisiones de carbono», agregó.
Indicó asimismo que «su diseño arquitectónico incluye una estructura edilicia dentro de otra con la forma de un zeppelin gigante a la altura del primer piso, por el que los pasajeros accederán al área de controles de seguridad y Migraciones, al área comercial y a los sectores de pre-embarque».
El zeppelin es un edificio de 190 metros de largo dentro de la terminal, contenido por una estructura metálica de 950 toneladas en forma de red que está revestida por más de 2100 vidrios laminados templados, que permiten el contacto con el exterior y el ingreso de luz natural.
Villar Guarino apuntó que, «al acceder a este sector, los pasajeros realizarán los trámites de migraciones mucho más rápido ya que está diagramado para que este proceso se de en forma natural, sin congestiones y con procedimientos muchos más cortos y ágiles».
«El equipamiento para el de check in y el proceso de embarque está preparado para una futura implementación de controles biométricos lo que permitirá agilizar aún más los procesos», informó.
Durante una recorrida realizada por la nueva terminal, se destacaron los cuatro equipos de sistema de escaneo (scanjet) que permiten inspeccionar el equipaje de mano en forma ágil, ya que separa aquel elemento con necesidad de inspección puntual por parte personal de PSA y cuenta con reposición de bandejas continua, lo que permite el flujo constante de pasajeros por el sector.
Cuenta con un sistema de autogestión de equipaje (BHS) único en la región que incluye 20 puestos de despacho automático de equipajes (Self Bagagge Drop-off) en el que el pasajero imprime su propia etiqueta y despacha el equipaje en forma automática a través de equipos de última generación que lo direccionan a cualquier punto de la plataforma.
«De esta manera y junto al Self Check in, se reducen los tiempos de espera y se agilizan los procesos de embarque», detalló el gerente de AA2000.