Aerolíneas Argentinas redujo en el 2022 su resultado negativo con un déficit de u$s246 millones, y estima que en el presupuesto del 2023 tendrá una reducción de u$s102 millones, de acuerdo con lo aprobado por la Auditoría General de la Nación.
Fuentes de la compañía de bandera señalaron que se trata del mejor resultado económico desde que el Estado Nacional tomara la decisión de recuperar el control de Aerolíneas en 2008, y representa una reducción del déficit del 43,7% respecto de 2021, y del 64% comparado con 2019 cuando las pérdidas alcanzaron los u$s667 millones.
Además del control de la Auditoría General de la Nación, los estados contables de Aerolíneas Argentinas son revisados por la consultora internacional KPMG, y este último balance fue aprobado por dicha firma sin salvedades, algo que no ocurría desde 2004.
«Hemos mejorado los resultados año a año, incluso con la mayor crisis global en la historia de la aviación de por medio. Tenemos una empresa más eficiente, que genera ingresos directos e indirectos que benefician a todos. Y lo hicimos abriendo nuevas rutas, volando más e incorporando nuevas unidades de negocios», explicó Pablo Ceriani, titular de Aerolíneas Argentinas.
Durante 2022 la empresa utilizó el 67% del presupuesto asignado por el Estado Nacional: fueron $ 47.000 millones, que a su vez representan el 50% de lo recibido en 2021. Al mismo tiempo, la empresa obtuvo ingresos por US$ 1.864 millones.
En lo que va del año Aerolíneas sólo recibió $ 6.000 millones correspondientes al periodo 2022 que habían sido devengados, pero no transferidos a la empresa. Por tanto, aún no hizo uso de la partida asignada para el año en curso.
De acuerdo con el presupuesto 2023, se prevé una reducción de US$ 102 millones respecto del año anterior.
De esta manera, la empresa no sólo requiere menos inversión del Estado, sino que además achicó su participación en el presupuesto nacional: durante 2023, Aerolíneas representa el 0,31% del gasto público, en tanto que en 2019 fue del 0,48%.
En el 2022 Aerolíneas contribuyó al fisco nacional y provinciales con $ 109.000 millones en concepto de impuestos, contribuciones y tasas, más del doble de lo que recibió, es decir, un 128%.