El laboratorio Pfizer confirmó que cerró la compra de la biotecnológica Seagen, una de las mayores inversiones de su historia, por unos u$s43.000 millones, con la cual se refuerza en el sector oncológico.

«El cáncer es una de las principales causas de muerte y una persona de cada tres en Estados Unidos es diagnosticada de cáncer en su vida», dijo Albert Bourla, el presidente de Pfizer, citado en un comunicado.

Seagen desarrolló terapias que actúan sobre las células tumorales con mayor precisión, reduciendo así los efectos secundarios de los tratamientos, una tecnología prometedora.

Pfizer presentó su proyección de ingresos y ganancias para 2024 por debajo de las expectativas de Wall Street, lo que provocó una caída de sus acciones del 7% en las operaciones previas a la apertura de la sesión, aunque elevó en u$s500 millones su objetivo de reducción de costos.

Una caída en las tasas anuales de vacunación contra el COVID y la demanda de los tratamientos en 2023 han arrastrado las ventas de los productos de Pfizer contra la enfermedad, Paxlovid y la vacuna que produce con su socio alemán BioNTech.

La empresa espera que estos productos, que habían impulsado sus ingresos en los dos últimos años, generen ahora unas ventas totales de u$s8.000 millones en 2024.

Los analistas esperaban que solo las ventas de Comirnaty superaran los 8.000 millones de dólares, además de los más de 5.000 millones de Paxlovid.

La caída de las ventas de los productos contra el COVID también había obligado a Pfizer a poner en marcha un programa de recorte de puestos de trabajo y gastos, con el que ahora se espera ahorrar al menos 4.000 millones de dólares al año.