Las acciones de Boeing se desplomaron tras el incidente del vuelo de Alaska Airlines en el que se desprendió en pleno vuelo una puerta de uno de sus aviones, lo que hizo resurgir cuestiones de seguridad en momentos en que el fabricante contaba con recuperar su reputación.
A esto se suma el nuevo pedido de las autoridades de la aviación civil para que las aerolíneas cumplan con nuevos protocolos de inspección para las naves con configuraciones similares a la del 737 MAX 9, involucrado en el incidente.
La aerolínea estadounidense United Airlines dijo el lunes que había descubierto tornillos mal ajustados durante inspecciones preliminares de las puertas de sus aviones Boeing 737 MAX 9.
United ha «encontrado casos que parecen estar relacionados con problemas de instalación en el tapón de la puerta, por ejemplo, tornillos que necesitaban un apretón adicional», dijo la compañía.
Con 79 aviones MAX 9, United posee la mayor flota de la aeronave en cuestión.
El viernes, el vuelo 1282 de Alaska Airlines despegó del aeropuerto de Portland y poco después la tripulación informó de un «problema de presurización», según la Administración Federal de Aviación (FAA).
El avión regresó rápidamente a Portland. Imágenes publicadas en las redes sociales mostraron un enorme agujero donde había estallado el panel lateral, con máscaras de oxígeno de emergencia colgando del techo.
Los inspectores se mostraron agradecidos de que el incidente no resultara en víctimas fatales o heridos de gravedad.
El área del avión afectada en el incidente fue el tapón de una puerta, un panel usado para sellar una salida de emergencia innecesaria en aviones con configuraciones de asientos más pequeñas.
Las autoridades estadounidenses siguen investigando el incidente del viernes, pero los analistas han postulado que el fallo puede deberse a un defecto de control de calidad o de fabricación.
El lunes, la FAA anunció la aprobación de una hoja de ruta para nuevas inspecciones incluyendo los seguros, componentes y elementos de fijación de las puertas laterales.
«Las aeronaves Boeing 737-9 permanecerán en tierra hasta que los operadores completen las inspecciones reforzadas», dijo la FAA en X, antes Twitter.
La administración añadió que 171 aviones de este modelo tendrán que ser inspeccionados, y que cada revisión llevará entre cuatro y ocho horas.
United dijo que seguía esperando la aprobación final del proceso de inspección completo.
Boeing ha entregado hasta ahora unos 218 aviones 737 MAX, según informó la compañía a la AFP.
El lunes, en concordancia con la FAA, Boeing publicó instrucciones técnicas para las inspecciones de los operadores, dijeron los ejecutivos de Boeing Stan Deal y Mike Delaney, en un mensaje a su personal.
AeroMexico, que suspendió 19 aviones, dijo estar en su «fase final» de inspecciones y agregó que esperaba que todos los MAX-9 de su flota «vuelvan a operar en los próximos días».
El incidente es el último revés para el fabricante, en particular sobre el 737 MAX.
Los peores fueron dos accidentes -de un vuelo de Lion Air en octubre de 2018, y de un vuelo de Ethiopian Airlines en marzo de 2019- que causaron la muerte de 346 personas en total y provocaron la inmovilización en tierra de todos los aviones 737 MAX durante casi dos años.