La aerolínea brasileña Gol solicitó la protección por bancarrota del Capítulo 11 en Estados Unidos, según una presentación al regulador de valores, con un compromiso financiero de u$s950 millones de su accionista mayoritario Abra Group.
Abra también controla la aerolínea colombiana Avianca, aunque ambas operan por separado.
Con esta decisión, Gol se suma a la lista de aerolíneas latinoamericanas en acogerse a la protección por quiebra tras una crisis relacionada con una pandemia, siguiendo el camino de su compañía hermana Avianca, la mexicana Aeroméxico y la chilena LATAM Airlines.
La decisión era en cierto modo esperada por los participantes en el mercado después de que la prensa informara a principios de mes que Gol estaba considerando la posibilidad de dar el paso, aunque la compañía mantuvo que buscaba una reestructuración «consensuada» en conversaciones con los acreedores.
Gol dijo que usará la protección por bancarrota para «reestructurar (sus) finanzas y fortalecer (sus) operaciones de negocios a largo plazo, mientras continúa operando normalmente».
Los analistas y las agencias de calificación crediticia señalan que la aerolínea presenta sólidas cifras operativas en un contexto de fuerte demanda de transporte aéreo en Brasil, pero que los elevados gastos de arrendamiento e intereses han estado presionando su flujo de caja y afectando a su perfil de deuda.
La compañía también ha sufrido problemas de capacidad debido al retraso en las entregas de aviones por parte de Boeing , que, según su director ejecutivo, le ha impedido crecer al ritmo que le gustaría, y a la elevada presión de mantenimiento por problemas de suministro de motores.
Gol tuvo el año pasado el 33% de la cuota de mercado en el sector de la aviación de Brasil, segunda después de LATAM Brasil, según los ingresos por pasajero-kilómetro, que mide el tráfico.