La multinacional Nike anunció una reestructuración de su negocio en América del Sur. Esto implica, entre otras cosas, su salida de Argentina, Chile y Uruguay, países donde tenía oficinas propias y acuerdos con proveedores que confeccionaban las prendas y calzados con la marca de la pipa.
A partir de junio próximo, Nike seguirá estando en el país pero a través de un licenciatario. Se trata del Grupo Axo, con sede en México, que tiene acuerdos de distribución de una amplia cartera de marcas de indumentaria. Una de ellas es Rapsodia, una línea argentina de ropa que es propiedad del empresario Francisco De Narváez. Las otras marcas internacionales que Axo tiene en su portafolio son Abercrombie & Fitch, Calvin Klein, Guess, Speedo, Tommy Hilfiger y Victoria´s Secret.
Ahora sumará Nike, empresa que viene de perder este año el contrato para proveer la indumentaria deportiva al club Boca Juniors. Su principal competidor, Adidas, se quedó con ese negocio. Así, Nike tiene sólo a San Lorenzo en Argentina.
Hasta ahora, Nike tenía proveedores locales. Uno era el grupo brasileño Dass, que fabrica zapatillas en su planta de la localidad de Eldorado, Misiones. Pero la empresa atravesó una profunda crisis en 2019 y decidió el cierre de su planta. Otro proveedor es Suola, con una fábrica en Villa Soldati.
La preocupación del gremio de los trabajadores del calzado es qué va a pasar con Nike en Argentina a partir de ahora. Por sus antecedentes, el Grupo Axo se dedica a distribuir los productos y representar a las marcas y no tiene fabricación propia.
En un aviso que envió a la Bolsa de Nueva York, Nike explicó que “está realizando una transición del modelo de negocio en Brasil, Argentina, Chile y Uruguay con alianzas estratégicas con distribuidores, permitiendo así desarrollar un negocio más rentable, eficiente en capital y de mayor valor agregado”.
Nike también informó ayer que se retirará de Brasil y dejará su representación en manos del Grupo SBF.